Tras la calma viene la tempestad
Una visita a los blogs de nuestro amable comunicante Ñoco Le Bolo (a mi este nick me suena a título de película francesa de la nouvelle vague, léase Gnocó Le Boló) nos muestra una mente inquieta y especulativa y una facilidad sorprendente para capturar con su cámara fragmentos de la realidad que nos emocionan.
La mirada ausente de Ñoco
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Que sorpresa me acabo de llevar!!!
ResponderEliminarMe has hecho el gran honor de figurar en tu excelente blog.
GRACIAS.
Y no sólo eso, el amable comentario que escribes me deja... emocionado. De verdad.
Y... pues no. Ñoco Le Bolo viene del famoso cuento de Perrault "Tacirupeca Jaro", que me sabía en ese modo cuando tenía muchos menos años que ahora.
Voy a tener que leer ese cuento.
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